Enzo Ferrari es una leyenda que vive para siempre

Ferrari quería ser cantante de ópera o periodista, pero el destino lo pudo en el mundo de las cuatro ruedas donde impuso su talento para construir las verdaderas obras de arte que son los vehículos Ferrari, codiciados, admirados, pero reservados para muy pocos.

"En 1920, Ferrari inició un intenso vínculo con la firma Alfa Romeo, donde fue piloto de pruebas, piloto de competición (obteniendo buenos resultados y también con un importante accidente hacia 1921), y fue más tarde nombrado responsable de la división de competición Alfa Corse. A mediados de aquella década fue honrado con el título de Caballero (Cavaliere, en Italia) por su desempeño como piloto; y en 1927 fue nombrado Commendatore por el estado italiano", se resume en una biografia que apareció ayer en varios medios italianos y de todo el planeta.

Enzo Ferrari condujo la marca con sabiduría tanto en el departamento de los autos de calle como en la legendaria Scudería de Fórmula 1 que se convirtió en parte del ADN del automovilismo deportivo. Muchos aficionados creen que Ferrari es sinónimo de automovilismo más que cualquier marca existente.

En 1969 Ferrari firmó un acuerdo con el gigante emporio Fiat y le cedió el 50% de las acciones con lo que inició una nueva era y un año antes de su muerte el 18 de agosto de 1988 salió el último modelo Ferrari desarrollado bajo su gestión, el espectacular F40.

"Entre 1947 y 1988, Ferrari salió victoriosa en más de 5,000 carreras con la cifra magistral de 25 Campeonatos Mundiales. En ese periodo el nombre de Ferrari se convirtió en el rey de reyes del automovilismo"

"No conozco a nadie que se empecine tanto como yo con esta pasión sobrecogedora por los autos de carreras. De hecho, no me interesa nada más en la vida que los autos de carreras", es una de las frases más famosas de Enzo Ferrari.