La cuenta regresiva para el punto culminante de la temporada del Campeonato Mundial de Resistencia ha llegado casi al final: este fin de semana Porsche volverá a pelear por la joya de la corona de las pruebas de resistencia e intentará ganar las 24 Horas de Le Mans por tercer año consecutivo. El competidor más duro en la pista es Toyota. El fabricante japonés todavía no ha conseguido una victoria absoluta en Le Mans. En 2016, Toyota se retiró en un dramático final, sólo unos minutos antes de que terminara la carrera, por un problema técnico. En 2017 compite con tres autos contra los dos Porsche 919 Hybrid, en la máxima categoría, la LMP1-H.